Sinopsis: BLAKE HARRISON: Rico, noble, encantador... Y a punto de perder una inmensa fortuna si no encuentra esposa antes de dos días. Para solucionar su acuciante problema ha contratado los servicios de Sam Elliot, que no resultará ser el hombre de negocios que esperaba, sino una atractiva mujer, provocadora, atrevida y dueña de una voz digna de la más sensual de las operadoras de línea erótica.
SAMANTHA ELLIOT: Propietaria de la agencia matrimonial Alliance, soltera y fuera de la lista de candidatas... Hasta que Blake Harrison le propone un contrato de un año y una remuneración de diez millones de dólares. Lo único que tiene que hacer es guardarse la irresistible atracción que siente hacia su recién estrenado esposo para ella sólita y mantenerse alejada de su cama. Pero los dulces besos de Blake y su innegable encanto no se lo van a poner nada fácil. Ahora solo le queda proteger su corazón para salir airosa cuando su mercenario matrimonio llegue a su fin.
—Eh, soy yo.
—¿Cómo ha ido? —Eliza no esperó ni un segundo para hacer la
pregunta.
—Genial. ¿Has buscado los archivos y hecho las llamadas?
—Sí. Joanne es la única que no está disponible.
Sam visualizó a una morena de gran estatura.
—¿En serio? ¿Por qué?
—Al parecer, tiene novio.
Eso solía arruinar cualquier matrimonio con otro hombre. Sin
Joanne, aún le quedaban tres candidatas perfectas. A menos que
Blake tuviera un problema con las mujeres guapas, el miércoles ya
estaría casado. Y solo era lunes.
—Ella se lo pierde.
—¿Vas a venir?
—Tengo que hacer un recado y luego voy para allí.
—Trae algo para comer.
Eliza y Sam hacía tiempo que eran amigas, mucho antes de
entablar una relación laboral.
—Teniendo en cuenta que soy tu jefa, ¿no deberías ser tú la que
se ocupara de traerme la comida a mí?
—No si la negrera de mi jefa apenas pasa por la oficina y no se
ocupa ni de las llamadas.
La oficina, menudo chiste. Sam utilizaba una habitación que le
sobraba en casa.
—Estaré ahí en media hora —respondió entre risas.
—Antes deberías llamar a Moonlight.
Sam se incorporó en el asiento del coche.
—¿Por qué? ¿Ha pasado algo? —La inquietud se apoderó de su
estómago, una sensación de pánico que le resultaba familiar.
—Nada urgente. Jordan no come como debería. Dicen que te
pases por allí para hablar con ella.
Samantha respiró tranquila y se obligó a relajar los hombros.
—Vale.
Sus planes para aquella tarde se verían ahora complicados por
un viaje no planeado al centro en el que estaba ingresada su hermana
pequeña. La última vez que Jordan había dejado de comer, acabó en
el hospital con una infección que se le extendió por la sangre. Sam
esperaba que su hermana estuviera deprimida y no enferma, por muy
triste que le resultara que esas fueran las opciones más optimistas por
las que Jordan podría haber dejado de comer.
Pero ¿de qué otra cosa podía tratarse? Una depresión había
sido la causa por la que su hermana había intentado suicidarse, para
acabar sufriendo un derrame cerebral en lugar de morirse.
—Llegaré tarde, pero si no te importa esperar, traeré algo para
comer.
—Avísame si te entretienes.
—Lo haré. Gracias.
Sam colgó el teléfono, arrancó el motor y partió hacia el Centro
Asistencial Moonlight. El centro le costaba más de cien mil dólares al
año y por eso Samantha necesitaba los ingresos que pudiera
conseguir de un contrato con Blake Harrison. Llevaba un mes de
retraso con sus gastos personales y siempre enviaba los cheques a
Moonlight una o dos semanas tarde. Lo último que quería era hundirse
bajo el peso de las deudas y acabar ingresando a Jordan en un centro
del Estado. En un sitio así seguro que la ignorarían y en menos de un
mes acabaría con una infección y llena de llagas tras pasar
demasiadas horas en la cama. No, Sam preferiría dormir en el coche
antes de dejar que eso pasara."
Blake Harrison: El no es el típico duque como te imaginas, es un hombre que sea ha hecho a si mismo, creo su empresa a pesar de tener una fortuna de su familia. El necesita una esposa por algo relacionado de su herencia y contrata a la empresa de Samantha, la relación que desarrolla con ella al principio es un acuerdo pero al final hay mucha tensión. Cuida a su familia, aprecia a sus amigos es un hombre muy honorable, aunque muy mujeriego en su vida con las mujeres. Cuida a su hermana y amigos son un gran apoyo para el.
"—Genial, tráeme lo que tengas.
Blake se acercó al ventanal de su despacho, que ocupaba toda
una pared desde el suelo hasta el techo, y miró hacia abajo, a la
ciudad que se extendía a sus pies. Llevar su negocio de transporte
marítimo desde cuatro puntos distintos del mundo le daba ventaja
sobre sus competidores. Había levantado la empresa desde la nada a
pesar de la oposición de su padre. Blake quería demostrarle que no
necesitaba su dinero, ni su título, y esa misma determinación le servía
de combustible para seguir adelante. Sin embargo, el apellido Harrison
le había abierto muchas puertas a lo largo de los años, y menospreciar
el grueso de su herencia no era algo que estuviese dispuesto a hacer,
especialmente ahora que el viejo llevaba tiempo muerto.
Mitch llamó a la puerta del despacho antes de entrar. Blake se
dio la vuelta y señaló con la cabeza hacia la mesa de café que
ocupaba una esquina de la estancia, donde podría ver los documentos
que Mitch llevaba en la mano.
—Pongámonos ahí.
Mitch se sentó y rápidamente repartió los papeles sobre la mesa
para que Blake los revisara.
—Samantha Elliot, veintisiete años, nacida en Connecticut, hija
de Harris y Martha Elliot.
Blake tomó asiento.
—¿Por qué me suenan esos nombres?
—Deberían sonarte. Harris era un pez gordo de los medios hace
ya bastantes años. Fue acusado de evasión de impuestos y
malversación de fondos. Él y su familia vivían en una mansión de
veinte millones de dólares y tenían propiedades en Francia y Hawai. El
sueño americano, vamos.
Blake lo recordaba. El gran hombre de negocios neoyorquino
había canalizado todos sus fondos a través de una estafa piramidal.
Firmaba pólizas de seguros para casas, terrenos, negocios y
propiedades varias con víctimas que no sospechaban nada y a las que
no tenía intención de pagar un solo dólar. Si la memoria no le fallaba,
los federales no consiguieron pillarlo por corrupción pero se las
arreglaron para meterlo en la cárcel por evasión de impuestos. Sus
cuentas y todas sus propiedades fueron embargadas y su familia al
completo se desmoronó.
—Martha, la esposa, no pudo soportar semejante declive en su
estatus. Se tomó una caja de pastillas con ginebra y nunca volvió a
despertar.
Mitch relataba los detalles de la vida familiar de Samantha Elliot
como si se tratara de un culebrón.
—Según la prensa, la hermana de Samantha, Jordan, intentó
seguir el ejemplo de su madre sin éxito y acabó sufriendo daños
cerebrales. Estoy esperando que me pasen los detalles de dónde está
la chica ahora. Samantha sobrevivió a la debacle, pero acabó
recogiendo los trozos que quedaron de la familia. Dejó la universidad,
donde estudiaba empresariales. Seguramente consiguió esconder una
pequeña cantidad de dinero de la que el Gobierno no sabía nada para
pagarle un centro a su hermana. —Mitch tomó aire y entregó una lista
de nombres a Blake.
—¿Qué es esto?
—Es gente con la que la señorita Elliot se relaciona. Crecer
rodeada de gente rica y bien relacionada le proporcionó algunas
amistades que han perdurado en el tiempo. Los adultos cortaron
cualquier lazo que los uniera a los Elliot, pero los amigos de Samantha
no. Esta lista incluye a la hija de un senador y a dos abogados en
rápida ascensión. Todavía no estoy seguro de cómo averiguó cosas
de tu pasado, pero tengo una llamada pendiente."
SAMANTHA ELLIOT: Propietaria de la agencia matrimonial Alliance, soltera y fuera de la lista de candidatas... Hasta que Blake Harrison le propone un contrato de un año y una remuneración de diez millones de dólares. Lo único que tiene que hacer es guardarse la irresistible atracción que siente hacia su recién estrenado esposo para ella sólita y mantenerse alejada de su cama. Pero los dulces besos de Blake y su innegable encanto no se lo van a poner nada fácil. Ahora solo le queda proteger su corazón para salir airosa cuando su mercenario matrimonio llegue a su fin.
Ficha Tecnica
Autora: Catherine Bybee
Titulo Original: Wife by Wednesday
Idioma: Español
Género: Romance Contemporáneo
Editorial: Debolsillo
Numero de Paginas: 223
ISBN: 9788490321317
Opinión Personal
Fue una recomendación de mi hermana y no se equivoco en recomendarme lo, un libro de un genero que he leído mucho, la forma en la que escribe la autora es algo muy fácil de leer y la historia es muy original para lo que leen en español porque en ingles hay muchos libros con la trama que se maneja en este libro, El contrato fue una lectura muy fresca que se lee rápidamente, un libro que no tiene un drama excesivo.
Análisis de Personajes
Samantha Elliot: Dueña de una agencia de matrimonios, una mujer fuerte, independiente, trabajadora y luchadora. Su familia la ha decepcionado en muchos momentos y ha luchado en salir adelante y crear una empresa rentable. Su relación con Blake es de negocios pero con el pasado del tiempo se vuelve muy seria, Samantha es un personaje que me gusta mucho, te ríes con ella. Cuida de su hermana que toma una desicion irresponsable en un tiempo en donde Samantha la necesitaba mucho. Ama su familia y amigas que son su apoyo en su vida.
"Sam sacó el móvil del bolso y llamó a su ayudante.
—Alliance, al habla Eliza.—Eh, soy yo.
—¿Cómo ha ido? —Eliza no esperó ni un segundo para hacer la
pregunta.
—Genial. ¿Has buscado los archivos y hecho las llamadas?
—Sí. Joanne es la única que no está disponible.
Sam visualizó a una morena de gran estatura.
—¿En serio? ¿Por qué?
—Al parecer, tiene novio.
Eso solía arruinar cualquier matrimonio con otro hombre. Sin
Joanne, aún le quedaban tres candidatas perfectas. A menos que
Blake tuviera un problema con las mujeres guapas, el miércoles ya
estaría casado. Y solo era lunes.
—Ella se lo pierde.
—¿Vas a venir?
—Tengo que hacer un recado y luego voy para allí.
—Trae algo para comer.
Eliza y Sam hacía tiempo que eran amigas, mucho antes de
entablar una relación laboral.
—Teniendo en cuenta que soy tu jefa, ¿no deberías ser tú la que
se ocupara de traerme la comida a mí?
—No si la negrera de mi jefa apenas pasa por la oficina y no se
ocupa ni de las llamadas.
La oficina, menudo chiste. Sam utilizaba una habitación que le
sobraba en casa.
—Estaré ahí en media hora —respondió entre risas.
—Antes deberías llamar a Moonlight.
Sam se incorporó en el asiento del coche.
—¿Por qué? ¿Ha pasado algo? —La inquietud se apoderó de su
estómago, una sensación de pánico que le resultaba familiar.
—Nada urgente. Jordan no come como debería. Dicen que te
pases por allí para hablar con ella.
Samantha respiró tranquila y se obligó a relajar los hombros.
—Vale.
Sus planes para aquella tarde se verían ahora complicados por
un viaje no planeado al centro en el que estaba ingresada su hermana
pequeña. La última vez que Jordan había dejado de comer, acabó en
el hospital con una infección que se le extendió por la sangre. Sam
esperaba que su hermana estuviera deprimida y no enferma, por muy
triste que le resultara que esas fueran las opciones más optimistas por
las que Jordan podría haber dejado de comer.
Pero ¿de qué otra cosa podía tratarse? Una depresión había
sido la causa por la que su hermana había intentado suicidarse, para
acabar sufriendo un derrame cerebral en lugar de morirse.
—Llegaré tarde, pero si no te importa esperar, traeré algo para
comer.
—Avísame si te entretienes.
—Lo haré. Gracias.
Sam colgó el teléfono, arrancó el motor y partió hacia el Centro
Asistencial Moonlight. El centro le costaba más de cien mil dólares al
año y por eso Samantha necesitaba los ingresos que pudiera
conseguir de un contrato con Blake Harrison. Llevaba un mes de
retraso con sus gastos personales y siempre enviaba los cheques a
Moonlight una o dos semanas tarde. Lo último que quería era hundirse
bajo el peso de las deudas y acabar ingresando a Jordan en un centro
del Estado. En un sitio así seguro que la ignorarían y en menos de un
mes acabaría con una infección y llena de llagas tras pasar
demasiadas horas en la cama. No, Sam preferiría dormir en el coche
antes de dejar que eso pasara."
Blake Harrison: El no es el típico duque como te imaginas, es un hombre que sea ha hecho a si mismo, creo su empresa a pesar de tener una fortuna de su familia. El necesita una esposa por algo relacionado de su herencia y contrata a la empresa de Samantha, la relación que desarrolla con ella al principio es un acuerdo pero al final hay mucha tensión. Cuida a su familia, aprecia a sus amigos es un hombre muy honorable, aunque muy mujeriego en su vida con las mujeres. Cuida a su hermana y amigos son un gran apoyo para el.
"—Genial, tráeme lo que tengas.
Blake se acercó al ventanal de su despacho, que ocupaba toda
una pared desde el suelo hasta el techo, y miró hacia abajo, a la
ciudad que se extendía a sus pies. Llevar su negocio de transporte
marítimo desde cuatro puntos distintos del mundo le daba ventaja
sobre sus competidores. Había levantado la empresa desde la nada a
pesar de la oposición de su padre. Blake quería demostrarle que no
necesitaba su dinero, ni su título, y esa misma determinación le servía
de combustible para seguir adelante. Sin embargo, el apellido Harrison
le había abierto muchas puertas a lo largo de los años, y menospreciar
el grueso de su herencia no era algo que estuviese dispuesto a hacer,
especialmente ahora que el viejo llevaba tiempo muerto.
Mitch llamó a la puerta del despacho antes de entrar. Blake se
dio la vuelta y señaló con la cabeza hacia la mesa de café que
ocupaba una esquina de la estancia, donde podría ver los documentos
que Mitch llevaba en la mano.
—Pongámonos ahí.
Mitch se sentó y rápidamente repartió los papeles sobre la mesa
para que Blake los revisara.
—Samantha Elliot, veintisiete años, nacida en Connecticut, hija
de Harris y Martha Elliot.
Blake tomó asiento.
—¿Por qué me suenan esos nombres?
—Deberían sonarte. Harris era un pez gordo de los medios hace
ya bastantes años. Fue acusado de evasión de impuestos y
malversación de fondos. Él y su familia vivían en una mansión de
veinte millones de dólares y tenían propiedades en Francia y Hawai. El
sueño americano, vamos.
Blake lo recordaba. El gran hombre de negocios neoyorquino
había canalizado todos sus fondos a través de una estafa piramidal.
Firmaba pólizas de seguros para casas, terrenos, negocios y
propiedades varias con víctimas que no sospechaban nada y a las que
no tenía intención de pagar un solo dólar. Si la memoria no le fallaba,
los federales no consiguieron pillarlo por corrupción pero se las
arreglaron para meterlo en la cárcel por evasión de impuestos. Sus
cuentas y todas sus propiedades fueron embargadas y su familia al
completo se desmoronó.
—Martha, la esposa, no pudo soportar semejante declive en su
estatus. Se tomó una caja de pastillas con ginebra y nunca volvió a
despertar.
Mitch relataba los detalles de la vida familiar de Samantha Elliot
como si se tratara de un culebrón.
—Según la prensa, la hermana de Samantha, Jordan, intentó
seguir el ejemplo de su madre sin éxito y acabó sufriendo daños
cerebrales. Estoy esperando que me pasen los detalles de dónde está
la chica ahora. Samantha sobrevivió a la debacle, pero acabó
recogiendo los trozos que quedaron de la familia. Dejó la universidad,
donde estudiaba empresariales. Seguramente consiguió esconder una
pequeña cantidad de dinero de la que el Gobierno no sabía nada para
pagarle un centro a su hermana. —Mitch tomó aire y entregó una lista
de nombres a Blake.
—¿Qué es esto?
—Es gente con la que la señorita Elliot se relaciona. Crecer
rodeada de gente rica y bien relacionada le proporcionó algunas
amistades que han perdurado en el tiempo. Los adultos cortaron
cualquier lazo que los uniera a los Elliot, pero los amigos de Samantha
no. Esta lista incluye a la hija de un senador y a dos abogados en
rápida ascensión. Todavía no estoy seguro de cómo averiguó cosas
de tu pasado, pero tengo una llamada pendiente."
Mis Sensaciones
Es un libro que me sorprendió muy gratamente, apresar de haberlo leído hace mucho tiempo puedo recodar muchos de la historia, sus personajes son muy diversos, una lectura para un día en el que quieras leer algo sin mucho drama y un romance fuera de lo común. Catherine es una magnifica escritora que me gusto mucho la forma de escribir, y el genero es uno de los que mas he leido pero es una historia muy amena para leer.
Un buen libro en que lo puedes leer en verano, y no solo hay los protagonista si no muchos personajes que me hicieron disfrutar el libro.
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